Fundación
Hay
dos hipótesis sobre la fundación de la ciudad de Tlatelolco. Entre los
distintos grupos sociales o tribus chichimecas que migraron hacia el sur se encontraban
los mexicas, quienes durante esta peregrinación se separaron de los demás
grupos, conformando una sociedad con identidad particular. Fue este grupo, el
de los mexicas, el que se dividió en dos: los que fundaron Tenochtitlán, y los
que fundaron Tlatelolco.
Esta
escisión pudo haber ocurrido antes de la fundación de la Gran Tenochtitlan, es
decir, en algún momento del tránsito de los mexicas al valle del Anáhuac. Otra
posibilidad es ocurriera cuando ya los mexicas se habían establecido en el
sitio que Hitzilopochtli les indicó, o donde el señor de Azcapotzalco —que
dominaba la región— les permitió. El hecho fue que los mexicas se dividieron en
tenochcas y tlatelolcas, unidos por el fuerte lazo de la religión, pero
separados por la profunda diferencia de intereses. Unos fueron potencia
militar, y otros fueron potencia comercial.
Las
fechas fundacionales son poco exactas por la falta de claridad en las referencias
hasta hoy encontradas; si consideramos la de Tenochtitlan en el año de 1325, la
de Tlatelolco fue doce años después, en 1337 de nuestra era.
El
sitio que escogió el grupo disidente para establecerse fueron unas isletas
cercanas a Tenochtitlán. Según los vestigios encontrados en la zona, éstas
fueron habitadas anteriormente por grupos teotihuacanos que las abandonaron durante
el siglo IX DC aproximadamente, y desde entonces se encontraban deshabitadas.
Cinco siglos más tarde los nuevos moradores ampliaron las isletas con el
sistema de chinampas, y llegó a crecer tanto la ciudad que en un momento dado
se unió a la isleta de Tenochtitlan. Ambas ciudades tuvieron un desarrollo
urbano similar en extensión e importancia, pues compitieron siempre en poderío,
de ahí que su desarrollo urbano sea tan similar: una gran plaza, sus
correspondientes Templos Mayores —en ambos casos dedicados a Huitzilopochtli—,
ambas ciudades tenían su juego de pelota.
Tlatelolco
tuvo su plenitud como la ciudad comercial más importante de Mesoamérica durante
el reinado de Cuauhtlatoa quien gobernó de 1438 a 1467, no obstante sufrieron
la necetochuiloc (gran hambruna) de 1454 a 1457 que azoló a todas las
poblaciones del altiplano, el liderazgo de ambas ciudades se mantuvo. Como
referencia, Moctezuma Ilhuicamina gobernaba Tenochtitlan.
En
esta ciudad se instaló el gran tianguis donde los pochtecas comerciaban bajo el
sistema de trueque cualquier tipo y variedad de productos. Dado que el sitio
era basto en extensión y mercaderías, el orden se regía por medio de 10 o 12
jueces que trabajaban en el Tecpan o “lugar de la casa de piedra”; ellos
resolvían todos los problemas que se pudieran suscitar entre los pochtecas, además
de recaudar los tributos para Tenochtitlan. Este edificio también fue demolido
con la caída de los aztecas.
Desde
su formación Tlatelolco se alió a Azcapotzalco, hasta que en 1473 el poderío de
este último fue derrumbado por la triple alianza:
Tenochtitlan-Texcoco-Tlacopan. Tlatelolco (Moquihuix) entró en guerra contra
Tenochtitlan (Axayacatl) y perdió. A partir de entonces fue tributario de
Tenochtitlán, después de haber sufrido las consecuentes represalias del
vencedor. A raíz de esta batallan o hubo en Tlatelolco señor o gobernante,
hasta que en 1515 o 1519 subió Cuauhtemoc Xocoyotl Tlacatecuhtli al poder.
Pocos años más tarde, tras morir Cuitlahuac víctima de viruela en 1520 en plena
guerra contra los españoles, el señor de Tlatelolco sería coronado como gran
señor de Tenochtitlán y Tlatelolco para pasar a nuestra historia como el último
Huey Tlatoani de nuestro antecedente prehispánico.
Virreinato
La
ciudad de Tlatelolco fue tomada por los españoles el 13 de agosto 1521 después
de haber resistido el largo sitio—80 días— del que fue objeto, y corrió con la
misma suerte que las demás ciudades prehispánicas: sus edificios fueron
demolidos y usados como cantera para la fábrica de nuevas construcciones.
Hernán Cortés definió que Tenochtitlán se convertiría en el Barrio de San
Francisco, y Tlatelolco en el de Santiago, capital de la República de indios.
La
primera iglesia que se inauguró fue la de Santiago Apóstol en 1527 y era de una
sola nave; los franciscanos la construyeron y se encargaron de su operación. El
templo fue reconstruido o modificado paulatinamente: para 1540 ya contaba con
tres naves, y en 1573 se registra una nueva construcción a cargo de fr.
Francisco de Gamboa. El templo lo inauguró fr. Juan de Torquemada en 1610. Éste
cerró sus puertas al culto cuando ocurrió la guerra de Reforma (1857 a 1861) junto
con el convento fueron saqueados y abandonados por un largo período. Durante el
gobierno de Porfirio Díaz la iglesia funcionó como bodegas para la creciente
industria ferrocarrilera y el convento como prisión militar. Para 1944 los
edificios fueron recuperados y abiertos al culto quedando a su cargo nuevamente
los franciscanos.
La
orden de San Francisco también construyó y fundó el Imperial Colegio de la
Santa Cruz, inaugurado el 6 de enero de 1610 por fr. Juan de Torquemada cuyo
objetivo principal fue educar y evangelizar a los indígenas. Arrancó con 100
alumnos y 400 párvulos, ahí fueron maestros grandes personalidades de la orden
como Pedro de Gante, Arnaldo Basaccio, Jacobo de Testera, Antonio Valeriano,
Andrés Olmos, y el más importante por su obra en defensa de los indios:
Bernardino de Sahagún. En este colegio se hicieron los códices Badiano,
Florentino y el Plano de Uppsala. Fue clausurado a finales del S. XVIII cuando
la ciudad perdió importancia.
En
el colegio se construyó una caja de agua que es conservada hasta hoy, que
además de haber provisto de agua a los habitantes de Tlatelolco, ostenta un
mural de 12 m2 aproximadamente que registra la vida cotidiana de las
ciudades gemelas en la época de la conquista.
El
nuevo Tecpan fue construido de 1575 a 1581, con 19 salones, viviendas para los
señores locales, una casa de visitas ilustres, portales que comunicaban el
Tecpan con el tianguis, un mesón con 12 cuartos, tribunal, cárceles y oficinas
para escribanos; también tenía huerta, jardines, baños una casa de descanso,
pila de agua potable y caños. El edificio lo inauguró en virrey Lorenzo Suárez
de Mendoza y lo consagró el arzobispo de México Pedro Moya de Contreras. Existe
el Códice del Tecpan de Santiago Tlatelolco que detalla la construcción. En
1850 el ayuntamiento lo convierte en “Asilo independiente para los corregidos”,
y en el 53 cambió a “Colegio correccional de San Antonio”. En 1909 se convirtió
en la escuela “Manuel Eduardo Gorostiza”, luego fue la “Escuela industrial y
vocacional de la beneficencia pública”, “Escuela diurna y nocturna ESI-16 Pedro
Díaz” o “Escuela para trabajadores”.
El
edificio fue demolido cuando se construyó el complejo Nonoalco Tlatelolco de
1946 a 1964, conservándose solo una de sus fachadas que se adosaron al claustro
del convento de Santiago.
Siglo XX
Con
Porfirio Díaz y el impulso ferrocarrilero se habilitaron patios, vías y bodegas
para descarga de los trenes en las inmediaciones de la iglesia y convento de
Santiago; también se construyó un nuevo edificio de Aduanas al NE de
Tlatelolco. A pesar de esto con el tiempo la zona perdería nuevamente interés para
los planificadores urbanos, y Tlatelolco fue poblándose paulatinamente con
viviendas y edificaciones de baja envergadura.
En
1949 inició la construcción del Conjunto Urbano Presidente Adolfo López Mateos
de Nonoalco Tlatelolco, proyectado por los arquitectos Mario Pani, Luis Ramos
Cunningham y Ricardo de Robina. El complejo fue desarrollado para ordenar el
crecimiento que es esta orientación ocurría en la ciudad, y acabar con la
“herradura de tugurios” (Mario Pani dixit) desde Tlatelolco a San Lázaro. Las
nuevas construcciones que aparecieron entonces transformaron por completo el
entorno tlatelolca, ocasionando los respectivos reclamos de los habitantes que
fueron desalojados. El complejo contaba con edificios de departamentos y
oficinas de diferentes tamaños dependiendo del estrato social, zonas
comerciales, áreas deportivas, jardines, estacionamientos y diferentes
servicios más.
En
un extremo del complejo, junto a la zona arqueológica, se construyó la Torre de
Tlatelolco (25 pisos) encargada por la SRE a Pedro Ramírez Vázquez. Actualmente
el edificio es parte del Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM, y
ha recibido una intervención artística de Thomas Glassford titulada “Faro de
Xipe Totec” como parte de los festejos de los 50 años del CCU.
En
otro extremo se construyó la Torre Insignia (Banobras) de 25 pisos también,
proyecto de Mario Pani, actualmente en desuso.
Sismo de 1985
Tlatelolco
fue una zona muy afectada por éste fenómeno: dos de los tres módulos del
edificio Nuevo León se derrumbaron con el sismo; 11 edificios más tuvieron que
demolerse, 4 edificios se recortaron, y la Torre Insignia se desalojó por los
daños estructurales que sufrieron.
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