viernes, 30 de noviembre de 2012

El paseo de Bucareli

Una de las características que tenía la ciudad virreinal fueron sus paseos, lugares de esparcimiento al aire libre en donde todas las clases sociales se daban cita, unos para exhibirse, otros para admirar a los exhibicionistas. Fueron tres los paseos importantes con los que contaba la ciudad del siglo XVIII: el Paseo de Bucareli, el Paseo de la Viga, y la Alameda.

El Paseo de Bucareli se inauguró el 4 de noviembre de 1778, durante el virreinato de don Antonio María de Bucareli y Ursúa, que gobernó de 1771 a 1779, año en el que murió en la Ciudad de México. A diferencia del período de su antecesor —el Marqués Carlos Francisco de la Croix (1766-1771) —, el paso de Bucareli por la Nueva España fue orientado a ordenar la administración del imperio, reforzar fuertes, y terminar obras. En la ciudad terminó el Hospital de San Hipólito, embelleció la Alameda Central, y construyó el Paseo que hasta hoy lleva su nombre. Su gobierno fue relativamente pacífico, de ahí que a su muerte la Audiencia Real lo nombrara “Padre del Pueblo”, a petición popular.

El augusto Paseo Nuevo se construyó siguiendo el trazo de un incipiente paso que iba del Ejido de la Acordada a la Garita de Belem, de norte a sur. Originalmente era una calzada amplia con tres glorietas principales, una en cada extremo y otra en medio:

·         Glorieta Norte: en la que actualmente se intersecta con el Paseo de la Reforma, y Avenida Juárez, en el momento de la construcción del Paseo ésta se ubicaba en la orilla de la ciudad, pues todavía no se desarrollaba la urbe hacia el sur-poniente. Aprovechando que este espacio ya se consideraba fuera de la ciudad, se construyó un coso taurino: “El coliseo Nuevo”, que como todas las plazas de entonces era en su mayor parte de madera. Originalmente al centro de la glorieta se construyó una fuente con una Victoria, fue retirada y destruida cuando en 1852 ocupó este lugar la estatua ecuestre de Carlos IV, mejor conocida como “El caballito”, que cabalgó en 1979 a la Plaza Tolsá y en su lugar se instaló una gran estatua del escultor contemporáneo Sebastián en alusión al Caballito.

·         Glorieta central: la más grande en diámetro, tenía una gran fuente que fue sustituida en 1910 por el reloj chino, obsequio con motivo del centenario de la independencia que se festejó en 1910. Igal que la anteriorm la fuente fue destruida.

·         Glorieta sur: en Arcos de Belem, también tenía una fuente que se trasladó el siglo pasado a la Plaza de Loreto, en donde todavía está. La fuente, aunque sencilla, corrió con mejor suerte que las anteriores, pues actualmente ha sido objeto de trabajos de conservación que la mantienen en buen estado y funcionamiento.

Durante el siglo XIX los terrenos adyacentes al Paseo Nuevo fueron vendidos y sus nuevos propietarios —un señor Agustín del Río y otro señor Cástulo Centeno— redujeron en la medida de lo posible el ancho del paseo. La fisionomía de esta avenida se ha transformado profundamente con el transcurso del tiempo, y dejó de ser ancha y arbolada desde hace muchos años. No obstante esta transformación, hoy en día en Avenida Bucareli se puede contemplar diferentes edificios de importancia histórica indiscutibles:

·         Secretaría de Gobernación: o Palacio Cobian, por su dueño Feliciano Cobián, que encargó su diseño y construcción en 1903 al arquitecto Emilio Dondé.

·         Conjunto de viviendas El Buen Tono: o Edificio Mascota construido por el Ingeniero Miguel Ángel de Quevedo en 1912 por encargo de don Ernesto Pugibet, dueño de la fábrica de cigarros El Buen Tono, para dotar de vivienda a sus empleados. Ejemplo de la arquitectura porfiriana.

·         Edificio El Universal: de oficinas inaugurado en 1921. Se construyó a un lado un edificio moderno que alberga más oficinas, y que se conecta por dentro con “la catedral de la prensa”.

·         Edificio Gaona: de departamentos, construido en 1923, fue una inversión del torero Rodolfo Gaona, y obra de los arquitectos Emilio Dondé y Manuel Torres Torrija.

·         Edificio Excelsior: el original de Silvio Contri fue inaugurado en 1923, y es vecino del nuevo edificio que da nombre a la “Esquina de la información”.

·         Edificio Vizcaya: que se inauguró en 1924 después de haberse interrumpido su construcción por causas de la guerra de Revolución.

·         Edificio El Moro: sede de la Lotería Nacional, del arquitecto José A. Cuevas. 85 m de altura. Se terminó de construir en 1933, y fue remodelado años después modificando seriamente la fachada, misma que fue recuperada el año pasado (2011).

·         Torre del Caballito: Reforma 10. 34 pisos y 135 m de altura. Se terminó de construir en 1988, cuenta con 70 amortiguadores sísmicos y 185 pilotes de concreto. Oficinas.

·         El Caballito: de Sebastián, de 28 m de altura. Inaugurada el 15 de enero de 1992.

·         Fuente de la República: inaugurada el 13 de diciembre de 2007 del escultor Manuel Felguérez, de planta circular señala el sitio en el que estuvo la glorieta del caballito. Frente a ésta se instaló el monumento escultórico.

·         Escultura: Puerta 1808 de Manuel Felguérez, inaugurada el 20 de octubre de 2007 con motivo de los festejos del bicentenario de la independencia. Ésta escultura señala el acceso al centro histórico de la ciudad.
Fuentes
Acosta Sol, Eugenia. Colonia Juárez, desarrollo urbano y composición social 1882-1930. México, IPN: 2007.

Orozco y Berra, Manuel. La ciudad de México. México, Porrúa: 1987. Col. Sepan cuántos.
Riva Palacio, Vicente. "El virreinato". México a través de los siglos. México, Cumbre: 1962. Tommo II.
Tovar y de Teresa, Guillermo. La ciudad de los palacios: crónica de un patrimonio perdido. México, Espejo de obsidiana: 1990. T.

 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Del acueducto virreinal

En 1522 comenzó la construcción de la ciudad: la capital de la Nueva España se edificó sobre la ciudad de Tenochtitlan. Una de las primeras tareas que si hicieron fue restaurar la dotación de agua, construyéndose así tres acueductos al estilo español.
Acueducto de Tlaxpana

Construido entre 1522 y 1530 sobre la trayectoria del antiguo acueducto prehispánico, fue ampliado en 1570 por ser insuficiente el agua que transportaba, éste partía del manantial de Santa Fe al del cerro de Chapultepec, y de ahí corría por la calzada de la Verónica (Circuito interior), la Tlaxpana y San Cosme para terminar en una fuente (destruida) en la esquina de la Mariscala (Av. Hidalgo) y Santa Isabel (Ángela Peralta), hoy se ubicaría a espaldas del Palacio de las Bellas Artes. Tenía 1,008 arcos.
Acueducto de Guadalupe

Se terminó de construir en 1751. Partía al norte de la ciudad del río Tlanepantla, y corre por la calzada de Guadalupe hasta llegar a la caja de agua de la Basílica, de ahí parte hasta llegar a Santiago Tlatelolco. Aún se conservan varios tramos del acueducto y las cajas de agua En 2,287 arcos recorre 7 km. aproximadamente.
Acueducto de Belem



Acueducto de Chapultepec: vista de noche
O de Chapultepec, que partía de las albercas del bosque de Chapultepec, corría por la actual avenida Chapultepec —donde podemos encontrar algunos restos conservados como monumento—, Arcos de Belén, y terminaba en el Salto del Agua, con una hermosa fuente estilo barroco que todavía se conserva en el Museo Nacional del Virreinato en Tepotzotlan. La fuente del Salto del agua que está en el crucero del Eje Central y la calle Arcos de Belén en es una réplica. Su desarrollo de 904 arcos recorría 3.908 km.

El acueducto fue terminado e inaugurado por el Virrey Don Antonio María de Bucareli y Ursúa en 1779, y para entonces el agua que se traía de Chapultepec era considerada “agua gorda” no apta para su consumo si no se filtraba. El agua de Santa Fe, por otro lado, se consideraba “agua delgada”, propia para beber.

Un testimonio de la época nos aclara el problema que se suscitaba con el abasto de agua: el padre José Antonio Alzate (Ozumba, Edo. Mex. 1737-México 1799, sabio reconocido por su erudición científica) protestaba por la desviación del agua que transportaban los acueductos, pues la gente horadaba los canales en el trayecto para desviar el agua hacia sus fincas, ocasionando que no llegara con presión, ni en cantidad suficiente a las fuentes. Sobre la pureza del agua aseguraba que “con el agua de Chapultepec se sustentan las religiosas de los conventos de San Juan, de Regina, de San José de Gracia, las niñas de Belén y Vizcaínas, los religiosos de San Camilo, los del Colegio de San Pedro Pascual, (…) indáguese si en dichas comunidades y vecindario hay más enfermos que en los conventos y vecindario que se abastece con el agua de Santa Fe”.

Fueron muchas las destrucciones que sufrió el bosque por causa de la ignorancia de entonces, pues para que no se contaminara el agua de las albercas de Chapultepec se talaron muchos árboles, dando inicio así a la reducción del pequeño bosque de ahuehuetes.
Durante la construcción de la ciudad colonial, estos terrenos fueron otorgados a particulares, y se formaron las haciendas de la Teja, Anzures, de los Morales, Polanco, y algunas más. Durante el siglo XIX estas haciendas serían objeto de las prácticas especulativas y de urbanización, y se fundarían las colonias modernas: la Teja, Violante, San Rafael, Polanco, Cuauhtémoc, de los Arquitectos, etc.

En 1870 se vació la alberca de Moctezuma lo que ocasionó un grave desequilibrio hidráulico en la zona, y la consecuente afectación a la flora y fauna del bosque, además de que bajó tanto la presión del acueducto que se decretó su demolición, y se decidió conservar un pequeño tramo de la arquería y la fuente.
Hoy la avenida Chapultepec limita a la Colonia Juárez de la Colonia Roma, que se construyeron durante la segunda mitad del siglo XIX sobre el antiguo lecho del pantanoso lago que cruzaba el acueducto. Durante todos estos años el nivel del agua fue disminuyendo hasta secarse por completo, la zona se ha transformado a la par de la sociedad que le ha habitado durante todos estos siglos, hasta hoy.
Fuentes

— — .Chapultepec, historia y presencia. Publicación privada de Smurfit Cartón y Papel. México: 1988.

Gibson, Charles. Los aztecas bajo el dominio español: 1519 – 1810. México. Siglo veintiuno: 1986.

Salvador Chavero, “Historia antigua y de la conquista” en México a través de los siglos. T 1. México. Cumbre: 1953. Dir. Vicente Riva Palacio

Soustelle, Jaques. La vida cotidiana de los aztecas. México. FCE: 1956

Tovar y de Teresa, Guillermo. La ciudad de los palacios: crónica de un patrimonio perdido. T 1. México. Vuelta: 1990.

Del acueducto de Chapultepec



Las poblaciones del lago en 1519.
Una de las avenidas que limita a la colonia Juárez, en esta Muy Noble e Insigne, Muy Leal e Imperial Ciudad de México es la Avenida Chapultepec, y ésta sigue la trayectoria de lo que en épocas del Virreinato fue el Acueducto de Belem, del que podemos encontrar algunos restos todavía. Para hablar del acueducto de Belem, es importante conocer algo de la infraestructura hidráulica desde tiempos de nuestros antepasados aztecas.

La infraestructura prehispánica
Tenochtitlan fue fundada en 1325 en un islote ubicado en la parte poco profunda de un lago, era una zona pantanosa. La manera en que se las ingeniaron los mexicas para construir la ciudad fue comercializando la fauna y flora del sitio en el que se afincaron: culebrillas, pescados, carrizales, limo, algas, y otros elementos que se recolectaban y vendían en los alrededores para obtener comida, materiales de construcción, y otros enseres.

Tenochtitlan y Tlatelolco, su ciudad gemela, crecieron en población y en área ganándole terreno al lago con las chinampas, y durante varios años la población se mantuvo ocupada en organizarse como sociedad sedentaria, construir su ciudad, y tributar al poderoso señorío tepaneca de Azcapotzalco, cuyo permiso habían obtenido para establecerse en este sitio.

Durante el reinado de Acamapichtli (mano que empuña cañas, 1375 - 1395), se hicieron obras importantes: se construyeron las primeras acequias (canales) de la ciudad y los templos fueron reformados. Las edificaciones originales de madera y barro fueron sustituidas paulatinamente por edificaciones de piedra. También se registró la construcción de algunos puentes, y un canal de abastecimiento de agua potable primitivo.

A Acamapichtli le sucedió Huitzilihuitl (pluma de colibrí, 1396 – 1417), pero fue hasta el gobierno de Chimalpopoca (el escudo humeante; 1417 – 1427) que se tuvieron algunos avances notables en obra civil, consecuencia tanto del período de paz que se tenía con Azcapotzalco, como del ascendente de Chimalpopoca sobre su abuelo Tezozomoc: se construyó hacia el poniente la calzada de Tlacopan, y obtuvo el permiso para abastecer a la ciudad con agua de Chapultepec. Con la muerte de Tezozomoc, ocurrida en 1427, se le dio carpetazo al asunto del agua de Chapultepec y quedó el acueducto en proyecto.

Con el cuarto tlatoani tenochca, Izcoatl (serpiente de pedernal 1427-1440), se liberaron los aztecas de Azcapotzalco, y formaron la triple alianza junto con Texcoco —su rey era Nezahualcoyotl—, y Tlacopan —Totoquihuatzin—. Siendo entonces la potencia política y militar del lago, los aztecas aumentaron los avances en equipamiento de la ciudad: hicieron una amplia reforma al templo mayor, construyeron el acueducto de dos caños que transportaba el agua de Chapultepec a la ciudad y las calzadas que conectaron a la ciudad hacia el sur con Iztapalapam, y con Tepeyacac al norte.

Moctezuma Ilhuicamina (1440 – 1469) quien se dio a la tarea de ampliar aún más el Templo Mayor como muestra del poderío azteca, estableció sus baños y sitio de recreo en Chapultepec, y lo más importante: junto con el rey de Texcoco, Nezahualcoyotl, construyeron el albarradón o dique de Nezahualcoyotl, que iba de Atzacoalco a Iztapalapa. Esta medida se implementó a raíz de una tremenda inundación que sufrieron en 1447, con este dique se reguló el nivel del agua de los lagos, además de separar el agua salada del extenso lago de Texcoco del agua dulce del lago de México.

Los tlatoque posteriores —Axayacatl (1469 – 1481), Tizoc (1481 – 1486), Ahuizotl (1486 – 1502, y Moctezuma Xocoyotzin (1502 – 1520)— contribuirían a que la ciudad creciera en área, equipamiento y esplendor, siendo la urbe de Moctezuma II la que encontrarían, admirarían y destruirían los españoles. Durante el sitio a las ciudades Tlatelolco-Tenochtitlan en 1521, una de las estrategias que dieron la victoria a Cortés fue cortar el suministro de agua a la ciudad destruyendo el acueducto, y demoler el dique de Nezahualcoyotl para dar acceso a sus bergantines. En poco tiempo la ciudad, ya vencida, sería destruida sistemáticamente y daría origen a la capital de la Nueva España.

Fuentes


---. Chapultepec, historia y presencia. México. Publicación privada de Smurfit Cartón y Papel: 1988.

Salvador Chavero, “Historia antigua y de la conquista” en México a través de los siglos. T 1. México. Cumbre: 1953. Dir. Vicente Riva Palacio

Soustelle, Jaques. La vida cotidiana de los aztecas. México. FCE: 1956
Imagen: Niederberger Betton, Christine (1987(1987)) Paléo-paysages et archéologie pré-urbaine du Bassin de Mexico, México: Centro de estudios mexicanos y centroamericanos (CEMCA), pp. 500 ISBN: 3785726.